23.3.08

Femineidad Fatal


Tengo que confesarlo, soy un lego en cuestiones de neo feminismo y ni siquiera conozco la obra literaria de Virginie Despentes (aunque sí formo parte de esa minoría que admira su película Fóllame), pero eso no fue inconveniente para acercarme a su último libro, Teoría King Kong (2006), una mezcla de ensayo, testimonio y manifiesto punk sobre pornografía, prostitución y violación que no pudo encontrar mejor traductora al castellano que a Beatriz Preciado, la autora del sedicioso Manifiesto contra-sexual (2002), para la editorial Melusina.

Y lo primero que quiero destacar es justamente el espíritu punkarra del libro, no sólo por la crudeza de sus declaraciones, si no porque escapa de todo léxico académico y se apropia valientemente de la primera persona sin dejar de lado la fundamentación teórica. Despentes no es dueña de una prosa que sabe noquear, además es una intelectual de primera línea y alguien cuya biografía está conectada, más allá de los libros, con los tres temas mencionados. Punki violada, luego puta y más tarde afiliada al cine porno, nadie mejor que ella para denunciar personal y filosóficamente la batalla perdida que aún significa nacer mujer.

Como ensayo confesional, apela menos al corpus bibliográfico que a la propia experiencia; es especialmente estremecedor en el capítulo de la violación, revelador en los del porno y la prostitución, y desgraciadamente laxo en el de la teoría King Kong, que pese a condensar la unidad del libro no logra cerrarlo con la contundencia esperada.

Aún así, se trata de una lectura muy provocadora, tanto estilística como conceptualmente. Las ideas que propone pueden no ser nuevas, pero están fundamentadas en las propias cicatrices que describen con furia e inteligencia la trampa en la que tanto hombres y mujeres estamos atrapados, cuyos orígenes no están en uno u otro bando genérico, si no en los dictados del poder. Un libro excelente para asimilar (al ritmo de Lydia Lunch o Bikini Kill) ideas gritadas con estilo y meditación. El mejor regalo para la amiga kuki-flower o el colega maromo que por desgracia nunca faltan.

(Originalmente publicado en Mau Mau Underground)

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