23.3.08

El canto del hollín


Supongo no fui el único que, al ver a Fabrizio Modonese Palumbo, a.k.a. (r), subirse al escenario con su guitarra, imaginó un preámbulo lleno de informe y dolorosa distorsión, como capas de metal sónico recién salidas del horno. Magno error, totalmente atribuible, claro, a nuestros prejuicios, a su cabeza rapada y a su larga y afilada barba. Para mi sorpresa, tras esa apariencia de rudo motero, el músico de Larsen, XXL y Blind Cave Salamander destiló de sus dedos y de su instrumento un ambient delicado y paisajista, lleno de reverberaciones que se internaron con suaves trazos en el ecran privado de nuestras mentes. Música de luces apagadas y hondo letargo (a la que, si algo hay que objetar, son las voces incrustadas) configuran pues el proyecto en solitario de este incansable Modonese, quien además de integrar los grupos mencionados, ha colaborado con un extensa lista de creadores que incluyen a Current 93, Matmos, Xiu Xiu, Baby Dee, Damo Suzuki, Akron/Family, Nurse With Wound, Jarboe, Lydia Lunch, My Cat Is An Alien, Fovea Hex y por supuesto Michael Gira.

El efecto dejado no podía ser otro que íntima anestesia. Muy apropiada para prevenir la aparición de Michael Gira, el hombre detrás de Swans, uno de los grupos más espiritualmente devastadores que salieron de los ochenta, y del más apacible pero no menos tenebroso -y paradójicamente bautizado- Angels of light. Y es que no hay muchos músicos capaces de erizarnos la piel con sólo su guitarra acústica y su voz de crooner. A su lado, Leonard Cohen parece un trovador de bubblegum pop y Nick Cave un baladista desahuciado por la diabetes. Para superar a nuestros máximos héroes de la depresión, la música de Michael Gira se vale sólo de sus acordes, repetitivos e hipnóticos, de su voz cavernosa, que parece entonar canciones de cuna a la caída y el apocalipsis, y de unas letras bruñidas como ónix (un acompañamiento perfecto para un libro como The Road, de McCarthy). Temas de su larga trayectoria como All lined up, Love will save you, Blind, Rose of Los Angeles, etc., implosionaron entre la reducida audiencia como presagios de luto interior. En definitiva, el recital fue un buen baño de ceniza para nuestra ritualista felicidad, y para hacerle justicia, cuando en un momento Gira preguntó cómo estábamos, debimos haber contestado con un agradecido “mal”. Abajo, el primero de los seis extractos tubeados.



(Publicado originalmente en Mau Mau Underground)

1 comentario:

brasikurtz dijo...

thanx for the gira music!